El boom del nearshoring en México
Tercerizar ha sido fundamental para el desarrollo de la logística mundial y más en estos tiempos en los que las cadenas de suministro del orbe han vivido tiempos complicados.
Antes de definir el Nearshoring es necesario hacer algunas definiciones. El Offshoring es aquella práctica que basar algunos de los procesos o servicios de una empresa en el extranjero, todo con el propósito de aprovechar menores costos. En la misma línea, el Onshoring es exactamente lo contrario del Offshoring, ya que en este caso hablamos de la reubicación de los procesos de negocio de una determina empresa a un lugar de menor costo al interior de la fronteras nacionales.
Por el contrario, el Nearshoring busca los mismos objetivos que el Offshoring, aunque la diferencia fundamental lo marca la cercanía, es decir tercerizar algunas labores en otra nación, pero que por lo menos esté a un par de horas de vuelo.
¿Pero cuál es el aporte del Nearshoring a la cadena de suministro?
Sus ventajas se traducen por un lado en la ausencia o el escaso desplazamiento; ahorras tiempo; tienes más facilidad de conexión y comunicación. A ello se suman nuevos conocimientos culturales y como se plantea en su objetivo primario, se disminuyen costos si se ejecuta de buena forma.
Boom mexicano
En el caso de México se vive un boom en la materia. En un principio una serie de marcas de vehículos y transportes se instalaron en México, todo por la cercanía con Estados Unidos y Canadá. Ahora, y siempre atraídos por el nearshoring, decenas de empresas sacaron sus fábricas de China para traerlas a México. Aquello ha provocado verdadera lista de espera.
Según artículo de Forbes existe una alta demanda por parte de la industria estadounidense, china, coreana y japonesa por construir fábricas en ciudades fronterizas de México, luego de la disrupción comercial provocada por la pandemia de Covid-19.
Solo Tijuana tiene una lista de espera de 20 empresas que quieren instalar una planta o construir una fábrica. Otras 15 compañías están en fila para poner su línea de producción en una nueva nave industrial en Mexicali, señala la mencionada revista.
¿Cuáles son las razones? En México existen bajos costos laborales, hay un menor tiempo de distancia con importantes mercados, así como una serie de calidad en las facilidades logísticas e infraestructura, lo que se suma a un marco regulatorio óptimo y eficiente.
Algunas cifras
Según publicó Forbes, unas 55 empresas de Estados Unidos, Corea del Sur, China, Alemania y Francia invirtieron 1,220 millones de dólares (mdd) en la ampliación de sus plantas o en nuevas fábricas, solo en el primer semestre de 2022, según cifras de la Secretaría de Economía e Innovación de Baja California. El 2023, se invertirán más de 899 mdd en ciudades como Tijuana y Mexicali.
Aproximadamente, 58% de la inversión que ha ingresado a la economía bajacaliforniana proviene de la industria de dispositivos médicos, que es la reina indiscutible. Otras industrias que pisan fuerte son la electrónica, la aeroespacial, la automotriz, la metalmecánica y la de alimentos.
Además a México están llegando muchas pequeñas empresas, con rangos de entre 300 y 1,000 empleos, porque ya pasó el momento de las inversiones de las grandes compañías, asegura Luis Manuel Hernández González, presidente del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index).
En un universo de 40 países, México ocupa la posición número 15 del índice de potencial de nearshoring elaborado por la consultora inmobiliaria londinense Savills. Mientras que Brasil, que es el gigante económico de América Latina, está en la posición 25 del ranking. Hoy, Vietnam ocupa el número uno a nivel mundial, algo que México no resiente, por el momento.
De enero a agosto de 2022, los parques industriales han recibido entre 75 y 100 empresas estadounidenses, canadienses, chinas, coreanas y japonesas, que trajeron sus plantas de Asia, o ampliaron sus plantas productivas para cumplir con sus compromisos en Estados Unidos.
Igualmente el alquiler de las naves industriales ha subido entre 35 y 40% por la alta demanda de nuevas firmas. Antes, un metro cuadrado en una nave industrial costaba entre 40 y 42 centavos de dólar al mes, pero ahora ese mismo metro cuadrado se cobra en 56 centavos, publicó Forbes.